Paciencia: la virtud de saber esperar
Aguascalientes, Ags., a
17 de julio de 2021
Paciencia: la virtud de
saber esperar.
“Nunca olvides que los
grandes logros requieren tiempo y paciencia.”
1.- Introducción.
La
paciencia es una actitud necesaria para vivir en el aquí y ahora, disfrutando
del momento presente, viviéndolo, sintiéndolo y siendo conscientes del mismo.
Para ello es necesario potenciar las actitudes que nos centran en cada momento
que vivimos.
“La paciencia es la
fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte”.
2.- Vamos a reflexionar. La vida, ¿A ritmo
frenético?
“El tiempo es oro”, es un lema que no indica que no
hay tiempo que perder. Parece que hemos sido programados para hacer y hacer,
sin permitirnos parar, porque perdemos tiempo, y quizás dinero. Esto nos hace
vivir a ritmo frenético, sobrepasando los límites de la salud.
3.-
La paciencia puede cultivarse.
La
habilidad de mantenerte tranquilo frente a la decepción, la angustia, o el
sufrimiento. Esta virtud se relaciona con una serie de beneficios positivos
para la salud, tales como la disminución de la depresión y otras emociones.
Algunos investigadores han llegado a la conclusión de que las personas
pacientes ostentan conductas más pro sociales, como la empatía, y son más
propensas a demostrar generosidad y compasión.
4.- Seis (6) trucos para aprender a ser
paciente.
1.
¿Qué te hace perder la paciencia? Autoanalízate y piensa que causa tu
impaciencia. Para poner remedio es necesario tener una base y pensar en los
objetivos que queremos conseguir.
2.
Trabaja la aceptación: Las cosas no son siempre como uno
quiere y debemos aceptar que no tenemos el control sobre todo lo que pasa.
3.
Disfruta del momento: Busca entretenimiento mientras
esperas: escucha música, lee un libro o simplemente dedícate a observar y
disfrutar el entorno. Te ayudará mucho a controlar la impaciencia.
4.
Busca el lado positivo de la
espera: Muchas
veces una espera es el único momento del día que nos permite parar. Aprovéchalo
para respirar.
5.
Vive en el presente: No intentes hacer todo a la vez o
pensar siempre en que pasaría si hubieses tomado una decisión diferente frente
algún aspecto de tu vida. Actúa según la realidad y toma en cuenta que la
impaciencia desesperar.
6. Camina con los pies en la tierra. No te hagas falsas ilusiones. Saber esperar es la clave para ser paciente. Por tanto, sé realista y espera lo justo de las personas o circunstancias para evitar impaciencias y desilusiones.
·
Psicológicas:
1.
Cualquier cosa se complica: ser impaciente no te aportará nada
positivo. Lo único que conseguirás será experimentar una sensación de
frustración y de impotencia, al ver que no puedes hacer nada para mejorar el
curso de los acontecimientos
2.
Nos impide disfrutar de lo que
sucede ahora: es
importante disfrutar cada momento de la vida, ya que no volverá. En este
sentido, la impaciencia no nos permitirá en el presente, ya que no podremos
evitar centrar toda nuestra atención en lo que está ´por venir, pero no llega.
3.
Ser impacientes nubla nuestra
visión: Casi todas
las situaciones tienen un lado positivo. Por tanto, si nos sentimos en un
atasco y no conseguimos avanzar, podemos aprovechar para escuchar la radio,
poner música o hacer con el manos libres esa llamada que teníamos pendiente.
Esto nos mantendrá alejará esa sensación que tan impaciente nos vuelve: la de
estar perdiendo el tiempo.
4.
Se refuerzan nuestras emociones
negativas: vivir
sintiendo impaciencia te convertirá en una persona ansiosa, estresada, y
angustiada que tiende a ver siempre el lado negativo de cada situación.
5.
Ser impacientes afecta el estado
mental: si deseamos ser unas personas
equilibradas y que se sientan bien consigo mismas, lo mejor que podemos hacer
es educar y educarnos en emociones. Más que de eliminar la impaciencia, se
trata de que, cuando aparece no termine nublando nuestra capacidad para pensar
y hacer juicios
·
Salud.
1.
Ser impacientes te puede generar
obesidad: Las personas impacientes pueden ser más
propensas a padecer obesidad. Esto se debe a que están acostumbrados a dedicar menos tiempo a
su alimentación, y comen de una forma más compulsiva y
menos ordenada, consumiendo mayores cantidades de comida en menos tiempo.
2.
Aparición de hipertensión: Por otro lado, un alto número de las personas que se
caracterizan como impacientes tienen un mayor riesgo de hipertensión. Esto puede deberse al mayor estrés que sufren durante su día a día,
acrecentado por las sensaciones de agobio e impotencia debidas a su carácter
impaciente y ansioso.
3. Envejecimiento
prematuro: Finalmente, la impaciencia
también puede aumentar la velocidad a la que envejecemos. De forma similar a lo
que ocurre con el riesgo de hipertensión, el estrés
derivado de la impaciencia puede hacer que aparezcan signos de envejecimiento a
unas edades más tempranas.
6.-
Conclusiones.
En el
Podcast.
Lic. Rodrigo Dávila Contreras.
Psicólogo, Asesor, Consultor de vida
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